Acompañamiento en el aula en grado 2°, I.E Presbítero Antonio José Bernal Londoño
Una cosa ha llevado a la otra. Los referentes de calidad empezaron a tener sentido para algunos maestros focalizados y se han convertido en punto de partida, “la competencia” dejó de ser un discurso manoseado y se transformó en una necesidad, las cartillas tomaron importancia y el texto guía del maestro pasó a ser realmente una guía. Resalto que esto ha ocurrido para algunos de los maestros, especialmente en el área de matemáticas. Probablemente se explica porque esta es mi área específica, he asumido con humildad que los acompañamientos en clase de lenguaje se centrarán en los procesos de lectura y escritura.
La acción conjunta y colaborativa ha dado frutos en la transformación de ambientes de aprendizaje. Quizás el mayor impacto ha sido el fortalecimiento del conocimiento disciplinar en matemáticas, una autoevaluación seria de sus capacidades docentes les permite a los maestros acompañados identificar que requieren de mayor dominio en esta área y piden orientaciones en ella. A pesar de las satisfacciones, todo no es color de rosa. La evaluación continúa siendo el dolor de cabeza para todos, son muchos años de prácticas viciadas en este sentido. La planeación a través de secuencias didácticas sigue siendo el reto, la construcción del conocimiento curricular exige un mayor compromiso de todas las partes, no obstante, me tranquiliza saber que el propósito de la Institución se centra en la transformación de la comunidad educativa. Mi mayor desafío como tutora es impulsar estudios de clase rigurosos para que los profesores encuentren respuesta a las preguntas que ya se plantean. Tal vez así puedan sacar más provecho de lo inadvertido en el aula, tal vez así se sientan más protagonistas. Mientras tanto, me gusta susurrar al oído de mis colegas y decir: eres importante.